Las restricciones a la movilidad laboral, los altos costes de construcción y el confinamiento mundial han pasado factura al mercado inmobiliario de las Islas Canarias, que, al igual que otras regiones costeras de España, se ha visto afectada por la caída de las ventas durante el COVID-19. Poco a poco, la situación está volviendo a los niveles previos a la pandemia. Los promotores están empezando a retomar proyectos, pero siguen sufriendo la falta de demanda exterior, que es de gran importancia para las islas.
Incluso antes del parón provocado por la pandemia, el mercado inmobiliario español se estaba recuperando paulatinamente en el contexto de la recuperación económica iniciada en 2015. Afectó especialmente a las dos islas más grandes y pobladas: Las Palmas de Gran Canaria y Tenerife. Grandes promotoras como Aedas, Metrovacesa, Habitat Inmobiliaria o Avantespacia se han hecho un hueco en estas zonas. Durante los últimos 6 años antes de la pandemia atendieron la demanda, la cual aumentó notablemente tras la crisis de 2008-2015.
La falta de oferta y la creciente demanda, especialmente en el mercado nacional, han sido el impulso para el aumento de la actividad constructora en Canarias en 2022. Sin embargo, la industria inmobiliaria aún está a la espera de volver a su número habitual de transacciones con compradores extranjeros, que representaban el 40% del número total de transacciones antes de la pandemia.
Actualmente hay casi 3.000 viviendas en construcción en Canarias. Esta cifra, como en otras regiones de España, es muy inferior a la que se registró hace unos 10 años durante la bonanza económica. En ese momento, se planeó construir más de 40 mil objetos inmobiliarios.
Lugares como Agüimes, Arrecife, Arucas o Santa Lucía de Tirajana en Las Palmas de Gran Canaria, Guimar o Icod de los Vinos, que han pasado rápidamente del auge a la quiebra en medio de la pandemia están recuperando poco a poco su mercado inmobiliario. La demanda de los consumidores promete volver a su nivel anterior, y casi 3 mil viviendas en construcción lo confirman.
Las consecuencias de la pandemia en Canarias
Aunque el declive del mercado afectó a todas las regiones de España, la pandemia golpeó con más fuerza a las localidades costeras, al haber perdido turistas extranjeros. Zonas como Baleares y Alicante se han recuperado por completo, pero Canarias todavía necesita un último empujón.
Entre 2019 y 2020, el descenso del mercado en Canarias fue más acusado que en otras zonas costeras, alcanzando un 30,5%. En Baleares la cifra alcanza sólo el 10,3%, y en Alicante el 16,3%. Estas cifras contrastan con Málaga, donde las ventas crecieron un 51,64%, y Valencia, donde las transacciones aumentaron un 34,3%.
Gran Canaria: la isla favorita de los desarrolladores
Gran Canaria es la isla que más interesa a los promotores. Aquí es donde se lleva a cabo el 80% de las nuevas construcciones. El mercado inmobiliario local ofrece 2110 casas en 44 conjuntos residenciales. Ahora la situación en la industria de bienes raíces es incluso mejor que antes de la pandemia.
En cuanto a la oferta: en Tenerife - 557 viviendas nuevas, en Fuerteventura - 116, en Lanzarote - sólo 37. En La Palma, La Gomera, El Hierro y La Gracios, por el contrario, no se ofertan viviendas nuevas.
La zona más cercana a la Playa de Las Canteras en Gran Canaria tiene la mayor actividad comercial. El coste por metro cuadrado en primera línea parte de los 4.000 euros y alcanza los 7.000 euros en las mejores ubicaciones.
En Las Palmas, las actividades de desarrollo están más enfocadas a los habitantes de la isla o españoles de otras regiones. El mercado local se detuvo durante la pandemia y se recupera con mucha dificultad. Casi todas las transacciones involucran bienes inmuebles secundarios, ya que hace 2 años no había nuevos edificios aquí. La mayoría de los proyectos en la provincia de Las Palmas, su área metropolitana y ciudades aledañas están en marcha, ya que casi no hay oferta en el mercado local.
Desde 2016, el mercado de la vivienda en Las Palmas de Gran Canaria ha experimentado una modesta pero continua recuperación de precios. Desde 2018, la actividad de los promotores, inactivos tras la crisis financiera, comenzó a aumentar y, a finales de 2019, se notó una gran cantidad de obras de nueva construcción.
Esperando a un comprador extranjero
Desde la pandemia, el mercado canario se ha movido en dos direcciones. El sector inmobiliario primario fue el primero en recuperarse. El mercado secundario de viviendas y locales comerciales sufrió los mayores daños.
Actualmente, la actividad turística ha vuelto a aumentar. Pero a pesar de esta tendencia positiva, los nuevos proyectos inmobiliarios siguen siendo cautelosos. Existe una creciente preocupación entre los desarrolladores por el aumento de los costos de construcción.
En este sentido, están barajando la posibilidad de trasladar este incremento al precio final de los inmuebles o aplazar el inicio de los proyectos. Además, las tasas de crecimiento del mercado inmobiliario secundario y la industria del turismo se están desacelerando debido a la inestabilidad asociada con el conflicto en Ucrania.
Todos estos factores han puesto en alerta al sector inmobiliario. La situación se complica aún más por el hecho de que la construcción en las Islas Canarias cuesta un 15-18% más que en otras regiones de España. La falta de nueva construcción y la creciente demanda sugieren un buen ritmo de comercialización: a diferencia de otras regiones, las propiedades canarias comienzan a comprar más cerca de la mitad de su vida. Por lo general, los desarrolladores alcanzan el 90-100% de las ventas cuando se entrega la casa.
Propiedad Tenerife
Tenerife es el segundo mercado inmobiliario más grande de las islas después de Las Palmas. Aquí se están construyendo poco más de 500 casas. Después de la pandemia, aquí se reanudó la construcción activa de vivienda principal, comenzó un ligero aumento en los precios de la vivienda secundaria y un aumento más intenso en los precios de los edificios nuevos.
Hay casas de segunda mano en Tenerife dirigidas a un comprador extranjero. En la parte sur de la isla, las propiedades inmobiliarias se venden a belgas,alemanes y residentes de Europa Central. En algunas áreas, los extranjeros solían representar hasta el 40% de las transacciones, por lo que los actores del mercado inmobiliario están muy interesados en activar esta categoría de compradores y restaurar su participación al nivel anterior.